Dame Señor, un amor
sincero por mis alumnos y un profundo respeto
por los dones
particulares de cada uno.
Ayúdame a ser un profesor fiel y dedicado, con mis ojos puestos
Ayúdame a ser un profesor fiel y dedicado, con mis ojos puestos
en el bien de aquellos
a quienes sirvo.
Que imparta el conocimiento humildemente, que escuche con atención,
que colabore de
buena gana, y busque el bien último
de aquellos a los que
enseño.
Que esté presto a comprender, lento a condenar,
Que esté presto a comprender, lento a condenar,
ávido de animar y de
perdonar.
Mientras enseño ideas y entreno en habilidades,
que mi vida y mi
integridad
abran sus mentes y sus
corazones a la verdad.
Que mi cálido interés por cada uno les enseñe el sabor de la vida
Que mi cálido interés por cada uno les enseñe el sabor de la vida
y la pasión por
aprender.
Dame la fuerza para admitir mis limitaciones,
el coraje para empezar
cada día con esperanza, y la paciencia
y el humor que
necesito para seguir enseñando.
Acepto a cada alumno venido de tus manos. Creo que cada uno de ellos
es una persona de
valor exclusivo, aunque ellos mismos no se vean así.
Sé que tengo la oportunidad de dar a muchos jóvenes luz y esperanza,
Sé que tengo la oportunidad de dar a muchos jóvenes luz y esperanza,
un sentido de misión y
entrega. Sé que Tú confías en mí
y que estás conmigo.
Te pido tu bendición al comienzo de un nuevo día.
Te pido que me
bendigas
a mí y a mis alumnos,
sus sueños y esperanzas.
Que aprendamos de la sabiduría del pasado. Que aprendamos de la vida,
Que aprendamos de la sabiduría del pasado. Que aprendamos de la vida,
y los unos de los
otros. Que yo aprenda de tu guía, por encima de todo,
y de las vidas de
aquellos que te conocen bien.
Este es el verdadero aprendizaje: conocer cómo debemos vivir nuestra vida,
conocer cómo somos
nosotros mismos,
y escuchar tu voz en
cada palabra que aprendamos.
Joe Mannath
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