27 de Enero.
Santa Juana María Condesa Lluch.
Nació en
Valencia, el día 30 de marzo de 1862, en el seno de una familia cristiana de
buena posición. Fue bautizada el 31 de marzo de 1862 en la Iglesia de San
Esteban, lugar donde habían sido bautizados San Vicente Ferrer y San Luis
Bertrán. Recibió una esmerada formación humana y cristiana, nutriéndose de
las devociones religiosas propias del momento histórico que vive,
especialmente la devoción a Jesús Sacramentado, a la Inmaculada Concepción,
a San José y a Santa Teresa, lo que la lleva a una mayor sensibilidad y
compromiso con los mas necesitados.
Tenía apenas 18 años, cuando descubrió que la voluntad de Dios
sobre su vida era entregarlo todo y entregarse del todo a la causa del Reino
a través de la evangelización y el servicio a la mujer obrera, interesándose
por las condiciones de vida y laborales de estas jóvenes, realidad sufriente
que contemplaba desde la tartana que la conducía desde Valencia a la playa
de Nazaret, donde la familia tenía una casa de descanso y expansión.
En 1884, tras varios años de dificultades y obstáculos
especialmente por parte del entonces Arzobispo de Valencia, el Cardenal
Antolín Monescillo, al considerar que era demasiado joven para fundar una
Congregación Religiosa, logra de éste el permiso necesario para abrir una
casa que diera acogida, formación y dignidad a las obreras que se
desplazaban de los pueblos a la ciudad para trabajar en las fábricas, donde
eran consideradas meros instrumentos de trabajo; «Grande es tu fe y tu
constancia. Ve y abre un asilo a esas obreras por las que con tanta
solicitud te interesas y tanto cariño siente tu corazón».
Unos meses después, en esta misma casa se inauguraba una Escuela
para hijas de obreras y otras jóvenes se unían a su proyecto compartiendo
los mismos ideales
Convencida de que su obra era fruto del
Espíritu, continúa insistiendo a fin de poder organizarse como Congregación
Religiosa, pues seguir a Cristo, dando la vida por Él en el servicio a las
obreras le pedía exclusividad, de ahí su opción por vivir en castidad, en
obediencia y en pobreza de forma radical. Consigue la Aprobación Diocesana
del Instituto en 1892, el cual crecía en miembros y se iba extendiendo por
distintas zonas industriales. En 1895 emite la Profesión Temporal junto con
las primeras hermanas y en 1911 la Profesión Perpetua,
Durante todos estos años, fue una entrega incondicional a la
voluntad de Dios, haciendo suyas las palabras de María ante el anuncio del
Ángel: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mi, según tu palabra» (Le 1,
38), palabras que se convirtieron en clave de espiritualidad y en estilo de
vida, hasta el punto de definirse como «esclava de la Esclava del Señor» y
de dar nombre y significado a la Congregación fundada por ella.
El 16 de enero de 1916, la Madre Juana María Condesa Lluch pasaba
a contemplar el rostro de Dios por toda la eternidad, alcanzando su anhelo
de santidad, manifestado tantas veces a las hermanas con estas palabras:
«Ser santas en el cielo, sin levantar polvo en la tierra». fue definida por
uno de los Teólogos Consultores al estudiar sus virtudes «Mujer bíblica,
llena de coraje en las elecciones y evangélica en las obras»
El Instituto alcanzaba el 14 de abril de 1937 la aprobación
temporal pontificia de S.S. Pío XI y el 27 de enero de 1947 la aprobación
definitiva de S.S. Pío XII. La apertura diocesana del Proceso de
Canonización de la Madre Juana María tuvo lugar en Valencia en 1953. Fueron
declaradas sus virtudes heroicas en 1997 y el dia 5 de julio de 2002, ante
S.S. Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto de aprobación de un milagro
atribuido a su intercesión.
Extraido de: http://www.lamercedxativa.org/nuestros_santos.htm