¡Busca
la LUZ!
Busca la luz. No te quedes con
una pequeña lámpara o una linternita. Juan no es la luz. La gente que nos
encandila no es la luz. Nuestros pequeños o grandes ídolos no son la luz. El
Mesías es la LUZ. La
única luz que puede encender nuestra mecha, esa mecha que busca ser prendida
por el que es la LUZ. Esa
mecha que solo queda satisfecha con una LUZ que ilumina en la oscuridad, que
vence a la muerte, que elimina los odios, que nos concede la paz, que guía a
aquellos que quieren adentrarse en el camino único de Belén. Y lo hace desde la
alegría del brillo que ofrece el Amor.
Oración:
Tú eres nuestra luz. Que no te cambiemos a Ti por luces fluorescentes o
destellantes. Tu luz es la única que nos hace ver, que nos guía hacia Belén.
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