Esta experiencia viene realizándose en la Parroquia desde hace unos seis años. Comenzamos con un grupito de diez niños que no la tomaron cuando tenían ocho años, ocho de ellos latinos y dos españoles. Fue una experiencia muy interesante, puesto que los chavales lo hicieron no porque tocaba por edad, sino porque realmente querían tomarla, querían acercarse más a Jesús, conocerlo y ser más amigos suyos.
Desde esta realidad se comenzó un trabajo muy bonito. En la actualidad hay varios niños que o aquí o en sus lugares de residencia continuan madurando en esa amistad con Jesús (muchos de ellos son inmigrantes latinos que han vuelto a sus países de origen).
Este año son cuatro los niños de entre diez y doce años que van a tomar la comunión, un grupo pequeño pero muy majo con el que se hace una catequesis muy personalizada con el que se va trabajando, basándonos en la oración y en la Biblia, los aspectos fundamentales del cristianismo y se les inicia en tener experiencia de Dios.
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